Día 3:

La saga Fallout es ya una veterana con 18 años a sus espaldas – ¡se nos hace mayor de edad! -, y como tal, no son pocos los fans que desconocen sus orígenes. Tampoco es muy extraño, los dos primeros juegos de la saga principal sólo aparecieron en PC, conn un estilo de juego algo más específico que no es del gusto de todos, incluso para los usuarios de PC. Una gran aventura en perspectiva isométrica con toques de rpg y una especie de combates por turnos.

En cambio lo que sí que suele funcionar siempre es la ambientación post-apocalíptica usada en Fallout, que recordaba a la ya mítica serie de películas de Mad Max. Pero aquí, además, Fallout introdujo un extra inesperado dentro del marco de la destrucción total, la lucha por la supervivencia, y de un futuro desolador. Añadieron un ligero componente cómico que resultó encajar como un guante.

Pero el auténtico bombazo de Fallout – nunca mejor dicho -, llegó con la tercera entrega. Fallout 3 dió un salto gigantesco al pasar del cómodo entorno pixelado isométrico de Fallout 2, a la total libertad del mundo abierto de Fallout 3. Cualquiera que lo haya vivido seguirá recordando con emoción la escena en la que sales al mundo exterior por primera vez.

Ahora con Fallout 4 puede que el salto no
 resulte tan especial como aquella vez, sin embargo llevamos 7 años de espera – New Vegas usaba casi todo lo de Fallout 3 – y un cambio de generación de consolas de por medio. Durante todo este tiempo la legión de fans de Fallout no ha hecho más que crecer, al ritmo que lo hacía su expectación por la cuarta entrega; en cada E3 todos esperábamos que de una vez confirmaran su desarrollo. Pero esta espera ya ha acabado, no hace falta seguir echando la vista atrás rememorando viejos tiempos, ni rejugar antiguas entregas que hagan más llevadera la guardia. Fallout 4 está entre nosotros, y viene dispuesto a                                                                                                                         sorprender de nuevo.